En la Eucaristía de hoy, en el altar, presidía un cartel de Manos Unidas, recordándonos a todos esa otra vieja pandemia, por los años que lleva instalada, en algunos países, que es el hambre.

Para esta pandemia, no necesitamos que inventen ninguna vacuna. Solo se necesita un mejor reparto de los recursos. Que los países ricos no acaparemos toda la riqueza, todos los alimentos. Con ello se acabaría está pandemia.

Esta en nuestras manos!!!!

Debemos pedir a nuestros gobiernos que den ayudas para el desarrollo, que condones parte de la deuda de estos países. Son medidas políticas qué son factibles y qué no nos perjudicarían.

Es lo que tenemos que hacer, además de compartir, cada uno, con lo qué pueda con organizaciones como esta, Manos Unidad, que lleva a cabo, montones de proyectos, para erradicar el hambre en distintos puntos del planeta.

Si no hacemos nada de esto, difícilmente, como se nos recordaba en la homilía de hoy, podemos llamarnos creyentes, seguidores de Jesús.

---

Los niños de catequesis, dinamizan, domingo tras domingo, nuestras celebraciones, participando activamente con sus reflexiones y su acción de gracias.

---

Esta canción que cantamos en la comunidad, que lo hacemos reflexionando, orando todos juntos, nos empuje a actuar.

---